La idea central fue formar dos equipos de igual número de participantes, uno de los cuales haría de equipo guardián de los valores, mientras que el otro sería el enemigo de los mismos. Esta actividad, que combina esfuerzo físico, coordinación y trabajo en equipo, consistía en que el equipo guardián debería resguardar un globo lleno de agua que venía marcado con un valor y llevarlo de un lugar a otro sin permitir que "el enemigo" lo capture y sin que se vaya a reventar.
Los niños y niñas, aprendieron la importancia de cuidar y proteger los valores, así como su fragilidad y fácil pérdida ante el mal. Además, fortalecieron el concepto de corresponsabilidad y aunque muchos terminaros temblando de frío, fue una actividad llena de diversión y alegría que nos dejó muchas enseñanzas.
0 comentarios:
Publicar un comentario